Hola de nuevo Gastroadictooooos, hoy voy a tratar de describiros la escapada gastronómica que realicé junto a la familia en el puente de Noviembre; casi puedo asegurar que ha sido una de las experiencias gastro más especiales de las que he hecho en mi vida y no han sido pocas (más que nada por que casi todas las escapadas que hago son para ir a comer a algún lado)
Llevábamos tiempo queriendo ir a la zona de Cádiz, (si bien ya habíamos estado hace tiempo, por la zona de Arcos de la Frontera, recorriendo, Sanlucar, Jérez y algún que otro pueblo blanco, el Bosque, Grazalema) en esta ocasión teníamos ganas de conocer y sumergirnos en la zona de costa y, sobre todo, la zona atunera (por eso lo de Gastronomun) por antonomasia, Barbate, Zahara de los Atunes, Los Caños de Meca, y probar la gastronomía de la zona.
Para ello, decidimos alojarnos en Vejer de la Frontera, que se encuentra dentro de la lista de los pueblos mas bonitos de España, y con todo merecimiento. El hotel en el que nos instalamos era la Botica de Vejer www.laboticadevejer.com , un hotel pequeño, económico y muy acogedor, muy cerca de la Plaza de España.
Iniciamos el viaje desde Alicante a las 9 de la mañana y nos dirigimos a descubrir el que se ha convertido en uno de los mejores restaurantes que hemos conocido en España, y no estoy exagerando, un templo del producto (no lo digo yo, sino Borja Beneyto y Carlos Mateos en su libro “Templos del Producto”) y del que haremos un artículo aparte en la sección de restaurantes, www.losmarinosjose.com. Este restaurante se encuentra en Fuengirola, en primera linea de playa; no puedes pasar cerca de este sitio y no parar. En una palabra, IMPRESIONANTE, calidad de producto, servicio, cocina, acogedor, vamos, para no moverse de allí en todo el día. De hecho, creo que la próxima vez que volvamos, haremos noche, para disfrutar por completo de la comida.
Sobre las 8 de la tarde, y atravesando el parque de los Alcornocales (todo un lujo), llegamos a Vejer y, una vez acomodados en el hotel, dimos una vuelta por el pueblo para descubrir la belleza de este lugar por la noche. Es un pueblo con una magia especial, sobre todo en esta época, donde una vez finalizado el bullicio del verano, se respira una total tranquilidad.
Para cenar, fuimos a un restaurante, muy cerquita de la iglesia del Divino Salvador, que se llamaba la Ventana, donde, a parte del ambiente agradable y el trato exquisito de la dueña y la camarera, pudimos degustar el queso payoyo, la carne mecha, el lomo en manteca (producto muy valorado por la gente de Vejer), regado con todo tipo de vinos de la zona, amontillados, finos, etc…,un sitio muy agradable y al que volveremos sin dudar.
Al día siguiente y con más tiempo, nos dedicamos a excudriñar en profundidad el casco antiguo de Vejer. Hemos de señalar que se trata de un pueblo situado a 200m de altura y amurallado. Es posiblemente uno de los pueblos blancos más bonito de toda Andalucía y está declarado conjunto histórico artístico desde 1976. El pueblo, aunque tiene 13 mil habitantes (eso sí, los triplica en verano), el centro histórico se puede ver tranquilamente en dos horas.
Hay varios sitios destacados que no te puedes perder, como es la Plaza de España con su fuente de los pescaditos, en esta plaza puedes encontrar multitud de restaurantes. Destaca, El jardín del Califa, es un hotel- restaurante precioso, dónde puedes degustar comida árabe, no te pierdas las instalaciones, son dignas de ver.
En esta plaza, también destaco por su originalidad, ya que nos encantó, La Casa del vino. Se trata de un modesto local, con unos barriles dónde tomar unas tablas de embutidos que te prepara allí mismo el propietario; y catar los vinos de la zona, directamente de la barrica, donde tiene las variedades principales (palo cortao, amontillado, p.ximenez, oloroso y cream). Por cierto, también las tiene en botella y fresquitas (yo lo prefiero). Sitio ideal para cenar de manera informal o tomar unos vinos para abrir el apetito.
Luego puedes dirigirte por la Puerta de la Villa a la Iglesia del Divino Salvador y seguir camino por la calle Ramón y Cajal hasta el Convento de Nuestra señora de la Concepción y allí hacerte la foto mas típica en los Arcos. Una vez pasados los Arcos, llegarás al Barrio Judío; terminando en el Arco de Puerta Cerrada, que da a parar a una de las imágenes mas bucólicas de la ciudad, que no es otra que La Cobijada.
Esta es la estatua de una mujer atabiada con el traje típico de Vejer (que si bien dicen que es de origen castellano, recuerda mucho al pasado árabe de la ciudad, ya que la mujer esta totalmente cubierta, salvo un ojo.),mirando desde lo alto la ciudad.
Si sigues un poco más adelante también te encontrarás con El castillo de Vejer, al que puedes hacer una visita. Luego, se trata de pasear por intramuros y descubrir rincones especiales como el mercado, dónde se abre por el día, y por la noches puedes comer de raciones; o pasear por la corredera disfrutando de unas estupendas vistas de la janda, y encontrando multitud de restaurantes para comer o cenar, como Restaurante Las Delicias, Califa tapas o Corredera 55.
Al día siguiente, nos fuimos a comer a Barbate, a otro templo del producto, www.restauranteelcampero.es. Aquí pudimos deleitarnos del auténtico atún de almadraba, en todas sus variedades y formas, crudo, en tartare, cocinado. Este restaurante, al igual que Los Marinos Jose, recibirá un tratamiento personalizado, por lo especial del mismo. Si quieres probar el mejor atún del mundo no dudes en pasarte por allí.
Después de este homenaje, dimos un paseo por la espectacular playa de Barbate y volvimos a descansar al hotel.
Esa noche cenamos ligero, en un restaurante pequeño y muy acogedor cerca de la iglesia, que se llama Casa Varo, www.casavaro.com, y que también merece una visita por la calidad del producto y su buena cocina.
El tercer y último día, nos acercamos a visitar Zahara de los Atunes, pero antes quisimos acercarnos a Santa Lucía, una pedanía de Vejer con un espectacular espacio natural. Está considerado monumento natural por su belleza paisajística, aquí puedes hacer las ruta de los molinos de agua, y ver el acueducto romano, la iglesia de Santa Lucía y disfrutar de un día de senderismo en un bonito paraje. Ahhhh, se me olvidaba, y de paso comer en el Restaurante La Castillería, donde podrás degustar una de la mejor selección de carnes de vacuno de toda Andalucía, a la brasa (www.restaurantecastilleria.com). O decantarte por otro clásico de la zona, la Venta El Toro y sus papas con huevo.
Nosotros ya habíamos reservado en Zahara de los Atunes y aparcamos directamente en el restaurante donde íbamos a comer, el Restaurante Antonio,( www.restauranteantoniozahara.com), pero antes aprovechamos para pasear por la magnífica playa de esta localidad. Una vez abierto el apetito, pasamos al restaurante que forma parte del grupo Antonio Hoteles de Zahara (www.antoniohoteles.com). Precioso, mirando al mar y con un cálida decoración en madera. Además de bonito y acogedor, goza de un producto de alta gama y una cocina espectacular. (Otro sitio al que dedicaremos un artículo).
Ya de vuelta al pueblo y como fin de fiesta, decidimos ir a cenar a El Jardín del Califa, del grupo Califa Vejer (www.califavejer.com), que como podéis apreciar posee varios hoteles, casas y restaurantes. También nos parece una magnifica opción para pasar unos días en este hermoso pueblo. Sus instalaciones impresionan por lo laberíntico de sus pasillos, rincones y terraza, que parece un autentico oasis; por la noche, su ambientación romántica, merece una visita. Está especializado en comida marroquí por lo que podrás deleitarte con un cous cous, hummus, falafel o cualquier otra especialidad de esta parte del mundo.
Ya para finalizar esta pasada de escapada, no olvidéis dar una vuelta por la playa de esta maravillosa localidad, la Playa del Palmar, que se encuentra a escasos kilómetros y dónde siempre encontrarás un chiringuito en el que tomar un refrigerio a orillas del mar.